Divorciarme y echar a mi ex de casa, ¿qué hago si no quiere irse?.
Cualquier divorcio supone un reto de conciliación entre las pretensiones de ambos cónyuges que convergen a un divorcio en un momento de confusión generalizada en la que se mezcla lo emocional (todos aquellos motivos que nos han hecho llegar divorciarnos) y lo jurídico con todas aquellas estipulaciones que hay que hacer constar en el convenio regulador de mutuo acuerdo, o que serán discutidas como hecho controvertido en el procedimiento contencioso que tendrá que tramitarse en defecto de acuerdo.
Por ello, en los casos en los que la convivencia matrimonial se ha consolidado en la propiedad de uno de los cónyuges por ser de su propiedad o en un piso de alquiler a nombre de uno de los esposos dicho inmueble constituye domicilio conyugal, debiendo de valorar a qué cónyuge, esposo o esposa, le corresponde la atribución del uso y disfrute. Información divorcio express.
Lo normal es que con el divorcio la persona que no es propietaria titular del derecho de posesión del inmueble (titular del contrato de alquiler) de motu propio decida marcharse, con independencia de que pueda solicitar un tiempo hasta que pueda retirar su enseres o pueda encontrar otra solución habitacional, aunque cada caso es diferente, y por eso antes de plantearse echar "a las malas" a aquella persona que hemos querido hasta el punto de casarnos con él o ella, lo que no es justo, puede optar al asesoramiento de abogados expertos en la materia, como nosotros.
Divorciarme y echar a mi ex de casa, ¿qué hago si no quiere irse?, mediar.